Cuando las palabras nos juegan una mala pasada…

La semana pasa nos sumergimos en el mundo de los errores de traducción en los restaurantes. Si bien muchas de las cosas que leímos eran muy graciosas, en general, los términos eran simplemente eso, cómicos. ¿Pero qué pasa si un error de traducción tiene consecuencias mayores que unas simples risas? ¿Y si cambia el destino de la vida o la historia de una persona?

En 1973, el entonces presidente, Jimmy Carter, realizó una conferencia de Prensa en Polonia. Era la primera conferencia en un país comunista. Un funcionario del Departamento de Estado hizo de traductor e intérprete en este acontecimiento tan importante y provocó un gran lío. Muchas veces usó palabras en ruso en lugar de polaco, y si bien al principio los errores les parecieron bastante cómicos a los polacos, pronto comenzaron a sentirse irritados. Algunos ejemplos: En lugar de “Nuestra nación se fundó” el intérprete dijo “Nuestra nación se tejió” y “Su predicción se cumplió” se tradujo por “Eso es lo que ocurrió”. Pero el mejor fue “He logrado conocer sus opiniones y comprender sus deseos para el futuro”, que se tradujo por “Tengo deseos carnales por los polacos”. ¡Qué vergüenza! Y bastante gracioso, en mi opinión.

Nunca se sabe qué tipo de paciente será internado en un hospital, de qué país proviene o qué idioma habla. Entonces, por supuesto, los intérpretes de los hospitales son necesarios para evitar cualquier tipo de conflicto médico. Una vez, un hombre hispano se había desmayado por una intoxicación, lo que para cualquier hispanohablante significa que sufría de dolor abdominal, posiblemente a causa de comida en mal estado o un virus. Los paramédicos que atendieron al hombre pensaron que el hombre se había intoxicado por drogas y lo trataron por sobredosis de drogas y alcohol. Dos días después, se le volvieron a hacer estudios al paciente y se encontraron coágulos en el cerebro. Quedó cuadripléjico como consecuencia del pésimo diagnostico y el hospital tuvo que pagar 71 millones de dólares por daños y perjuicios.

No volvamos a cometer este tipo de errores terribles y contratemos al personal adecuado para obtener un trabajo de calidad.

 

Traducción del original de Victoria V.