El tiki-taka de Oxford

El fútbol o futbol (del inglés británico football), también conocido como balompié, es considerado el deporte más popular del Planeta, siendo practicado por 270 millones de personas. Podríamos decir que en todo el mundo y en todas las épocas.

En China existen antecedentes de un juego practicado con una especie de pelota donde para marcar una anotación había que recorrer grandes distancias; en la Grecia clásica Homero evoca un juego de pelota practicado por los Feacios; los romanos practicaron el Harpastum con la vejiga de un animal, de jugarse preferentemente con los pies.
En América, para los Aztecas, Mayas y Toltecas el Juego de Pelota era una práctica ritual para satisfacer a las divinidades, y que dejaba varias víctimas.

El fútbol moderno nace en Inglaterra en el siglo XIX como hobby de los alumnos de las escuelas públicas; en 1863 viene constituida la Football Association agrupando a las distintas instituciones que practicaban el balompié en una especie de Federación. Tres años más tarde nace el International Board, organismo encargado de redactar las Reglas del Juego, dándole un rango de legalidad.

Siendo un fenómeno de tanto éxito al nivel mundial, el fútbol no puede prescindir de un lenguaje especial. Los términos futbolísticos han llegado a tener una gran vigencia y uso en los medios de comunicación, como consecuencia a lo largo del siglo XX los diccionarios han ido incorporándolos progresivamente.
El prestigioso diccionario de Oxford en 2014 incluyó por ejemplo en su versión digital el término “tiki-taka” refiriéndose a la estrategia de la selección española y del Barcelona en los últimos años, precisando el siguiente significado: «Un estilo de juego que involucra un alto porcentaje de pases cortos con énfasis en la retención de la posesión del balón».

La pelota ha sido inspiración de famosos escritores. “Él solía parar los disparos fulminantes alzando una sola mano, tenaza que atrapaba y trituraba cualquier proyectil, mientras el cuero permanecía inmóvil como una roca”. Así describe Leonardo Galeano a Lev Yashin, la Araña Negra, el mejor arquero de la historia. Hay una infinidad de libros sobre las vidas y los inolvidables partidos de Pelé, Garrincha, Puskas, Eusebio, Hugo Sánchez y otras leyendas del balompié. “Puro fútbol”, de Roberto Fontanarrosa, “Fiebre en las gradas”, de Nick Hornby, “Una religión en busca de Dios”, de Manuel Vásquez Montalbán son solo algunos de ellos. Sin embargo, hay libros y libros, como ocurre en cualquier disciplina. Uno de los mejores jugadores de la historia, Lionel Messi ha dicho que el único libro que leyó en su vida fue “Yo Soy el Diego”, la autobiografía de Maradona, aclarando después que nunca terminó de leerlo.

Jugador amateur e hincha del Bologna, Pier Paolo Pasolini escribió: «El futbol es un lenguaje con sus poetas e sus prosistas» para el periódico Il Giorno (3 de enero de 1971) tratando de explicar teorícamente con profundidad, humor e ironía, las que podrían ser las razones de la derrota de Italia frente a Brasil en la final del mundial de México 1970: la prosa azzurri aplastada por la poesía carioca.