La importancia de la fuente de información

En nuestra labor diaria nos encontramos con varias expresiones como posibles traducciones de un texto, entonces, ¿cuál es la mejor opción cuando hay varias opciones correctas? Algunas tienen un estilo más elevado que otras; en otros casos, algunas expresiones ya fueron utilizadas por otros traductores en obras publicadas en Internet y, finalmente, en otras ocasiones las encontramos en diccionarios o glosarios.

Con respecto a los diccionarios, en la lengua española tiene un gran prestigio el Diccionario de la Real Academia Española, pero, ¿este diccionario es el compendio total de todas las palabras y expresiones correctas del idioma español? Ciertamente, los especialistas de las diferentes áreas se quejarán de que no encuentran palabras muy comunes para ellos en esta obra de excelencia incuestionable, pero no exhaustiva.

Y es que cabe recordar que sólo se puede hacer un compendio de una lengua muerta, que ya no cuente con personas que tengan a ese idioma como su lengua materna. Algunos ejemplos de lenguas muertas son el latín, el griego clásico y los idiomas íbero y celtíbero. Pero en el caso de las lenguas vivas, es la gente la que hace evolucionar la lengua gracias a la creación de expresiones para comunicarse a diario y son los especialistas los que realizan su aporte al describir los diversos inventos y dispositivos que aparecen constantemente en el mercado. En una etapa ulterior, estas expresiones de raigambre popular o científica son aceptadas e incorporadas en los diccionarios.