«Populismo» es la palabra del año en Español

Al igual que todos los años, la Fundación del Español Urgente eligió la palabra del año. La ganadora fue “populismo”. Las doce candidatas eran palabras que generaron interés en el último año, no precisamente por tratarse de neologismos, si no por haber contado con un rol protagónico en el discurso a nivel mundial.

En el 2015 y 2014 las palabras que recibieron esta distinción fueron “refugiado” y “selfi”, respectivamente. En ambos casos se trata de palabras que más allá del interés lingüístico que suscitaron en los estudiosos (“Selfi” es un “préstamo lingüístico” del anglicismo “selfie”), se impusieron con fuerza en el lenguaje diario.

¿Qué significa “populismo”? El Diccionario Manual de la Real Academia Española (1985) lo define como «doctrina política que pretende defender los intereses y aspiraciones del pueblo». Esta entrada no contiene ningún elemento que podría dar a entender un uso peyorativo del vocablo y sin embargo, es precisamente esta la suerte que corrió el mismo en los últimos años. La versión en papel de la vigesimotercera edición del Diccionario de la Lengua Española, publicada en octubre de 2014, incluye dentro de las acepciones de la palabra populismo “tendencia política que pretende atraerse a las clases populares”.

Sin dudas, hay un abismo semántico entre ambas entradas y las mismas se corresponden con distintas formas de concebir la política y la realidad. Sin embargo, más allá de la afinidad política de cada uno, es innegable la presencia de la voz “populismo” en el discurso mundial.

El 2016 fue un año donde la política ocupó un rol central y así lo prueban algunas de las otras candidatas a “Palabra del año” como “posverdad” (relativo a las circunstancias en las que los hechos objetivos influyen menos a la hora de modelar la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal), “abstenciocracia” ( neologismo que alude a la importancia que está adquiriendo la abstención en los sistemas democráticos) y “sorpasso” (‘fenómeno por el que, en unas elecciones, un grupo político supera sobradamente a otro’).