El estilo de la traducción

Es importante que además de traducir la idea que plantea el documento original en otro idioma, la traducción posea un estilo de redacción para agilizar la lectura y comprensión de la idea.

Para lograr adquirir un buen estilo de redacción o que el cliente lo note, es conveniente realizar lo siguiente:

  • Leer el texto original: hay que prestar atención al estilo de escritura usado por el autor: ¿es desenfadado o formal? Es decir, hay que identificarse con el autor haciendo uso de la empatía.

 

  • Investigar sobre el tema: es fundamental hacer uso exhaustivo de Internet. Allí hay abundante cantidad de diccionarios, sitios informativos, monografías y libros. Esta investigación debe basarse en fuentes de confianza.

 

  • Conocimientos académicos: la especialización del traductor añade importancia a su estilo.

 

  • Traducir el texto: los traductores traducen a su lengua nativa. La diferencia entre culturas y países es significativa y los traductores profesionales hacen el esfuerzo de tener en cuenta las diferencias de lenguaje entre las distintas regiones.

            Cuando se plantea el problema de la ambigüedad de una palabra, solo el contexto brinda la solución. La mayoría de las palabras tienen significados diversos, así que es importante contar con contexto.

            Un estilo de traducción simple es más impactante y convincente. Las frases cortas y bien construidas son las ideales. Hay que tener en cuenta que los clichés no suelen coincidir entre la mayoría de las lenguas.

            Si existe alguna expresión que no suena bien en el texto original, simplemente hay que buscar aclaración con una pregunta oportuna al cliente.

Versión en inglés: Translation Style