Las traducciones y la historia china

Como hemos visto en nuestro artículo anterior, Los intérpretes y la interpretación en China, el esplendor chino de la dinastía Ming permitió que China mantuviera una flota de exploración de grandes dimensiones, que realizó un intenso intercambio comercial y cultural con numerosos países. Pero en 1435, debido a la xenofobia, se destruyeron los relatos de los viajes de los almirantes y se eliminó el comercio exterior. Incluso se abandonaron a su suerte las colonias establecidas en África, Australia y América. Lamentablemente esos mapas de navegación eran de un valor incalculable, pues la poderosa flota china llegó a América 71 años antes que Colón y circunnavegó el globo un siglo antes que Magallanes, descubrió la Antártida y llegó a Australia 350 años antes que Cook.

En el afán por reconstruir esta importantísima página de la historia, en 2003 Gavin Menzies, ex comandante de submarinos de la Marina británica, publicó el libro “1421: El año en que China descubrió América”, en el que afirma que Zheng He visitó América 71 años antes que Colón.

En el camino de la reconstrucción de la historia, es de gran ayuda una traducción completa y fiel, con comentarios del traductor. Por ejemplo, gracias a la copia de una traducción, se ha podido reconstruir la visita a Europa del primer diplomático mongol proveniente de China (controlada entonces por los mongoles). Se trata de la misión del monje cristiano Rabban Bar Sauma hacia fines del siglo XIII. Este clérigo de origen turco, nacido en China y contemporáneo de Marco Polo, le propuso al Papa y a los reyes de Francia e Inglaterra aliarse con el Ilkhan, emperador mongol de Persia, y lanzar una cruzada contra el enemigo común: la dinastía musulmana que controlaba Tierra Santa.

La misión no dio resultados, pero el embajador mongol narró su viaje y este relato es muy interesante, pues muestra a la Europa medieval descrita por un oriental brillante. La biografía de este monje y el relato de su viaje fueron traducidos del persa al siríaco. El traductor agregó comentarios y eliminó información que consideró de poca importancia. La versión en francés se publicó en la última década del siglo XIX. En 1920, se publicaron dos versiones en inglés. En 1958, se publicó la versión en ruso.

Un verdadero aporte de la traducción a la historia de la humanidad.