Traducción de Títulos de Discos, ¿peor que las Películas?

Muchos de nosotros estamos ya acostumbrados a notar que las traducciones de los títulos de películas son, en general, poco fieles al original. En gran medida, entendemos que se debe a cuestiones de mercado y es por eso que muchas compañías cinematográficas deciden “traicionar” al concepto original en pos de obtener un título que resulte más atractivo para el público al que está dirigida la película en determinados países.

Si bien hoy en día esta práctica no se replica en los títulos de las canciones, durante los años 60 era muy común en Hispanoamérica traducir cada uno los discos que se editaban. Tal vez, las empresas discográficas no consideraban a las canciones de un nuevo grupo musical como Los Beatles (o los Grillos, como se los conoció en algunos países de Latinoamérica) lo suficientemente relevantes como para contratar los servicios de un traductor profesional. Así, se han editado discos con títulos realmente insólitos.

Uno de los ejemplos más notables de estas traducciones descuidadas es quizás el caso del disco «Please, Please Me», que en varios países de Latinoamérica adquirió un nuevo sentido cuando se lanzó al mercado como «Por favor, yo». Esta infame traducción privó durante en aquel momento a muchos desconocedores del idioma inglés del sentido original del título, omitiendo por completo el tono sensual del juego de palabras que Lennon eligió para su obra.

El caso de “Mean Mr. Mustard” es claramente otro ejemplo del desdén con el que las discográficas latinas tomaron la tarea de la traducción. El single fue editado como «Significa Sr. Mostaza», frase que no tiene sentido alguno si se presta un poco de atención a la letra de la canción y en la cual el encargado de la traducción, quien claramente no tenía idea de la tarea que estaba realizando y consultó un diccionario sin ningún tipo de criterio, optó por traducir un nombre propio y confundió el adjetivo mean (miserable, mezquino) con su acepción como verbo.

Estas traducciones superan enormemente la traición que hoy tanto nos llama la atención en las películas. ¿Conocen otras malas traducciones del mundo de la música?