Por qué contratar un servicio de DTP

En otros artículos ya hablamos de qué es DTP (Desktop publishing): se trata simplemente de la utilización de programas informáticos para el tratamiento de documentación gráfica, en combinación con otras herramientas de maquetación, diagramación, impresoras y un largo etcétera de elementos que resultan de ayuda en todo el proceso.

Normalmente se procesarán documentos que combinen texto, imágenes, tablas o gráficos para los que se utilizarán herramientas de autoedición conocidas por todos como PageMaker, Indesign o QuarkXpress.

Pero el punto de este artículo no es hablar en sí de en qué consiste este servicio sino el porqué de contratarlo de manera conjunta con una traducción.
Por experiencia puedo decir que, de mi trabajo, más del 60 % son documentos que posteriormente deben pasar por este proceso de autoedición o DTP. En multitud de ocasiones se trata de libros, folletos, revistas… que van a necesitar este servicio para poder conjugar de manera óptima texto e imágenes, entre otros.

Contratar este servicio directamente a la agencia de traducción tiene varias ventajas.

La primera y más obvia es que cuando el trabajo se termina, lo que recibe el cliente es el producto final, no tiene que pasar por ningún otro paso adicional, lo que quita un quebradero de cabeza más al comprador.

En segundo lugar, muchas veces resulta más económico comprar un servicio combinado en una sola empresa que tratar de diversificar entre varios proveedores.

Pero para mí, desde el punto de vista de la optimización de la calidad, la mayor ventaja viene dada por el hecho de que el traductor puede hacer su traducción y verla reflejada en el entorno real en el que va a aparecer el texto.

Por lo general es frecuente que el traductor no disponga del texto fuente en su formato original, con lo que es prácticamente imposible saber dónde aparecerá el texto en cuestión, a qué imagen pueda acompañar.

Además, en el caso de tener dicho formato original, nuestra metodología de trabajo no nos permite ver de manera simultánea cómo va a quedar nuestro texto dentro del marco en el que debe estar, y con marco me refiere al lugar físico que va a ocupar en una hoja determinada en combinación con todo elemento adicional que lleve, ya sean imágenes, tablas, gráficos, etc…Tener un departamento que actúe de manera conjunta con nosotros lo hace posible.

El hecho de que el cliente contrate este servicio nos permite ver el resultado final y poder pulir nuestra traducción para que se adecue por completo al entorno en el que va a quedar insertada. Tal vez podamos considerar otra frase más corta para que quede bien dentro de una imagen determinada, o visualmente nos demos cuenta de que queda mejor poner una cifra y no un número escrito, o quizás nos resulte más apropiado otro eslogan que remita mejor a la imagen junto a la que aparece.

Esto además supone un ahorro de tiempo porque, no pocas veces, el cliente debe regresar de nuevo a la agencia de traducción con modificaciones en el texto porque en el servicio de DTP que contrató, externo a la agencia de traducción, le piden que realice cambios en el texto por cuestiones de espacio o de otro tipo, suponiendo esto una clara pérdida de tiempo y dinero fácilmente evitable si se contratase en un solo lugar.

Por estos motivos, creo que el comprador de traducción que tenga necesidad de un servicio posterior de Desktop publishing debería plantearse realizarlo en la propia agencia de traducción pues, como ya indicamos, esto va a representar una ventaja verdaderamente valiosa, sobre todo desde el punto de vista de la calidad del producto final.