Traducciones en la nube: ¿el futuro ya llegó?

En una de nuestras últimas entradas planteamos una introducción a la aplicación de la computación en nube a la traducción automática por red neuronal, y nos preguntábamos cómo afectaría eso al futuro de la traducción. Analicemos el caso de Google.

El gigante Google ya ha logrado enseñar a su inteligencia artificial (IA) a jugar distintos juegos, y ahora es incluso capaz de crear su propia encriptación. Actualmente, su herramienta de traducción de idiomas ha utilizado el aprendizaje automático para crear un lenguaje propio, que permite lo que ahora se denomina “traducciones Zero-Shot”. Esto es, la posibilidad de que un motor de traducción automática pueda traducir un par de lenguas desconocidas mediante la comparación de forma automática y prácticamente “aprender” de la interacción de otros pares de idiomas asociados que contienen al menos uno de los idiomas originales como parte del proceso.

¿Cómo funciona? Básicamente, el sistema de aprendizaje automático analiza y entiende los idiomas tras examinar oraciones enteras – en lugar de frases o palabras individuales. Después de varios meses de pruebas, los investigadores detrás de la IA han visto que es posible traducir idiomas a ciegas, incluso si nunca antes había estudiado una de las lenguas implicadas en la traducción. El equipo a cargo de este proyecto de investigación dijo que el sistema había sido capaz de hacer traducciones “razonables” de idiomas que no se le había enseñado a traducir en primer lugar. Según sus informes, a la IA se le enseñó portugués → inglés e inglés → español y luego fue capaz de hacer traducciones entre el portugués → español a través del proceso Zero-Shot. Los desarrolladores de esta tecnología ahora especulan que las capacidades de traducción de este sistema se verán mejorados en gran medida una vez que se haya subido y «alimentado» a sí misma desde la nube. Un poco demasiado antropomorfizado para mi gusto…

Por lo tanto, si las máquinas parecían estar detrás de sus competidores humanos en materia de precisión, este nuevo aspecto de sus capacidades podría acortar la brecha considerablemente en favor de la traducción automática. Por supuesto, en esta etapa, todo es nada más que una ilusión o la especulación perversa (dependiendo de dónde uno está parado). Si me preguntan, veo diferentes formas siniestras armándose en esas nubes. Pero eso es lo mágico sobre las nubes, ¿verdad? Todos vemos cosas diferentes en ellas. La verdad se encuentra en su potencial puro.