Traduttore, Traditore!

La mayoría de los traductores conocen la expresión “traduttore, traditore” que significa “traductor: traidor” y tienen sus propias experiencias personales con las dificultades de la traducción. Todos hemos traducido texto que es virtualmente ilegible para un nativo, hemos visto traducciones de mala calidad, traducciones que cambian la idea del texto original y errores flagrantes, ya sea en los subtítulos, letras de canciones, o en las traducciones de documentos de uso diario. Los traductores se convierten así en los personajes malos de la historia; los blancos a los que se ataca fácilmente. Después de todo, ¿traducir no implica simplemente tomar las palabras de un idioma y encontrar su equivalente en otro idioma? ¿Qué grado de dificultad puede presentar esto?

En primer lugar, la traducción no es una tarea sencilla e implica mucho más que simplemente transferir palabras de un idioma a otro. Requiere investigación mediante la comprensión tanto del idioma original como del meta, cultura general y una capacitación específica en el tema que se está traduciendo. Incluso en ese momento, aún quedan sin resolver cuestiones inherentes al idioma en sí mismo que conduce a los traductores a varias interpretaciones y grasos errores. Simplemente hay algunas frases conectadas de forma tal al contexto cultural que resulta casi imposible brindar una traducción equivalente del texto que mantenga el mismo sentido.

Por consiguiente, ¿cuál es exactamente el trabajo del traductor cuando se enfrenta con estas expresiones difíciles? ¿Es mejor traducirlas literalmente como para no «traicionar» la idea del autor del texto, con el riesgo de afectar la calidad de la traducción? ¿O es mejor encontrar la alternativa más cercana que tenga sentido en el idioma meta, aun cuando la versión de la traducción modifique ligeramente la idea del texto original? La mayoría de los traductores dirían que su tarea es comunicar en forma eficaz la misma idea del texto original para que la traducción tenga sentido para los nativos. ¿Pero esto no significa que estamos condenados a una crítica constante?

Dejando a un lado las acusaciones y las críticas, la traducción es una tarea esencial y gratificante. Tal y como lo expresara Goethe: “Digan lo que digan de lo inadecuado de una traducción, esta tarea es y siempre será uno de los emprendimientos más complejos y valiosos de los intereses generales del mundo”.


En referencia al debate generado en https://meneame.net/story/traduttore-traditore:

Así es, estimados colegas, y para no ser el blanco de acusaciones de “traición de sentido”, repasemos estos conceptos:

  1. La traducción humana es mucho más compleja que la traducción automática. En primer lugar y muy especialmente, porque la traducción humana puede analizar el documento que se traduce, comprenderlo, para saber cuál es el sentido que las palabras adquieren dentro del contexto, ya que todos hemos pasado por el momento de tedio de buscar una palabra en el diccionario y descubrir que tenemos que leer, a veces, toda la página para buscar esa palabrita que necesitamos. Estas elecciones son justamente la característica distintiva de la traducción humana, ya que un programa de computación no puede hacer esto. Y cuando estas elecciones se toman en forma claramente incorrecta, el traductor quedará sujeto a la responsabilidad legal por los daños y perjuicios generados (por ejemplo, cambio intencional de la nacionalidad en la traducción pública de documentación personal). Ver en este blog: «Como saben todos los traductores, el proceso de traducción implica mucho más que simplemente reemplazar palabras del texto fuente por las del idioma meta. Este proceso implica utilizar conocimientos semánticos, sintácticos, culturales y gramaticales a fin de interpretar el verdadero sentido de las oraciones y asegurar que se transmita la idea claramente a los lectores nativos«. TRADUCCIONES AUTOMÁTICAS VS. TRADUCCIONES HUMANAS.
  2. En la mayoría de los casos, los textos se prestan a varias posibles interpretaciones, en estos casos, el proceso de traducción profesional resuelve este problema con tres profesionales diferentes que revisan las traducciones en distintas etapas antes de entregarlas a los clientes. Ver en este blog: «Para muchas agencias y proveedores de servicios de traducción, el proceso de traducción que recibe el cliente incluye más pasos que la mera traducción. Generalmente requiere tanto de las etapas de edición como de revisión (proofreading), antes de que el documento quede listo para la entrega«. CONSEJOS PARA EL TRADUCTOR
  3. No obstante ello, siempre hay que tener un contacto muy fluido con el cliente para evacuar todas las consultas que puedan surgir. Lo que para nosotros tal vez requiere horas de análisis, para el cliente representa una pregunta muy sencilla que responde rápidamente con sus conocimientos de las actividades de la empresa. Ver en este blog: «Ciertamente, no podemos ser especialistas en varias áreas y traductores al mismo tiempo, pero dentro de lo posible, debemos contar con la valiosa ayuda de especialistas en las distintas áreas de nuestras traducciones para hacerles las consultas necesarias y, muchas veces, es el mismo cliente el que es el especialista y puede ayudarnos en todo lo que necesitemos«. LA NECESIDAD DE CONOCER LA ESPECIALIDAD DEL TEXTO QUE SE TRADUCE